lunes, 16 de marzo de 2020

HISTORIA DE LA MÚSICA Y LA LETRA DEL HIMNO NACIONAL DE PANAMÁ



HISTORIA DE LA MÚSICA Y LA LETRA DEL HIMNO NACIONAL DE PANAMÁ

Vivimos un momento histórico a futuro desde que el legislador patrio aprobó por unanimidad reformar integralmente la Ley 34 de 1949, por la cual se regula todo lo relacionado a la Bandera, el Escudo y el Himno Nacional. Y lo hizo a través de la Ley 2 de 2012, que incluye vocabulario técnico, ampliación simbólica, y contenido a ser desarrollado. Crea esta Ley la Comisión Nacional de los Símbolos de la Nación, para velar por su cumplimiento y ejecución con una principal misión docente, mediante el Decreto Ejecutivo 824 de 11 de septiembre de 2013.


 EL HIMNO VISTO TÉCNICAMENTE

El nuestro, como los demás himnos del mundo, es una composición doble, formada por la creación poética de una persona, y la composición musical de otra. La primera se rige por las reglas de la poética en cuanto a métrica y rima. La segunda de acuerdo a las reglas de composición e instrumentación.

A través de los años se ha logrado fijar tres formas básicas de interpretar, reproducir un himno, en todo el mundo.

La partitura para piano y una voz, que es la partitura básica oficial, y la manera en que en muchos colegios se interpreta el día cívico.

La partitura para banda de instrumentos de viento y percusión, usualmente no cantada pero sin impedimento para hacerlo. Esta tiene dos versiones. La partitura del Director, que contempla la totalidad de instrumentos involucrados (corneta, trompeta, saxofón, fagot, clarinete, flauta traversa, flauta dulce, piccolo, flautines, cornos, trombones, timbales, bombos, platillos) y la familia que cada instrumento posee (clarinete es el género, pero lo hay tenor, bajo y barítono). Los instrumentos de viento serán de metal y de madera. Los percusivos regularmente pertenecen al grupo de los vibrafónicos-membranófonos, esto es, por golpe o toque en un parche piel que se afina. Hoy día los parches son sintéticos en su mayoría. El conjunto sonoro siempre debe ser claro para identificar la melodía y balanceado para apreciar la riqueza de instrumentos.

Y las partituras para cada instrumento, que se llaman particellas. Su ejecución sería óptima en lugares apropiados cerrados, pero se puede escuchar perfectamente al aire libre. El volumen logrado regularmente impide escuchar a las personas cantando a menos que la banda esté de un lado y el público de otro.

Y la partitura para orquesta sinfónica. La orquestación sinfónica, además de los instrumentos de viento y percusión, involucra los de cuerda frotada y percutida así como otros percusivos (violín primero, violín segundo, viola, violoncelo, bajo, contrabajo, campanas, campanas tubulares, castañuelas, cascabeles, pandereta, batería percusiva, piano, arpa).

En ésta, la melodía no es llevada por una corneta sino por el primer violín. También posee partitura de Director y particellas. Usualmente esta interpretación se reserva para alto protocolo y debe reunir ciertas condiciones el sitio donde se ejecute. Regularmente su volumen no permite escuchar a un público cantante, pero sí a un coro de voces que esté balanceado respecto del tamaño de la orquesta. Una orquesta sinfónica se mide por la riqueza de cuerdas, y aparte de los 60 instrumentos de la banda, puede llegar a más de 120 músicos.

Las tres formas descritas se señalan como las VERSIONES OFICIALES, aunque en el caso panameño, por Ley, la versión oficial es la que interpreta la Banda Republicana. Luego, tanto la de piano como la de orquesta si bien suenen algo distintas, deben seguir el patrón conductual de la banda.

 La Banda Republicana es la encargada de la ejecución protocolar usual del Himno Nacional en Panamá, y tienen el derecho de vestir uniforme blanco con botonadura dorada y lira dorada en el quepis.


Banda Republicana hacia 1930
Banda Republicana Actual.

El “aire” o personalidad de la composición es MARCIAL, y sus compases se basan en un tiempo de 4 cuartos.

El Himno, si va en un acto, debe ser lo último que se interprete y nada más debe hacerse luego del mismo. Nunca se aplaude a su conclusión. Si el Presidente de la República interviene en el acto, a su entrada se interpreta Saludos al Presidente, composición creada por el Maestro José Cajar Castillón.

De paso, el Himno y Saludos al Presidente, no son las composiciones que se interpretan al izar o arriar la bandera en solitario o en un acto patriótico, sino la composición creada por el Maestro Antonio García de Paredes, llamada Honores al Pabellón. Caso de requerirse hacer grabaciones, hoy día hay equipo para diferenciar hasta 42 canales digitales, pudiendo además emplearse en el sitio de la grabación barreras acústicas para que los micrófonos no recojan sonidos de los vecinos.

HISTORIA DE LA MÚSICA Y DE LA LETRA DEL HIMNO NACIONAL DE PANAMÁ

La música del Himno Nacional actual de Panamá tiene su origen en otro himno compuesto por el maestro Santos Jorge compuesto por el maestro Santos Jorge en el año de 1893 para unos versos pertenecientes al entonces secretario de Instrucción Pública del Departamento de Panamá, Don Juan Agustín Torres, poesía que tenía por título “HIMNO A  BOLIVAR”. Y que dice así:

Del Istmo el Acta santa
Bolívar admiró;
Incruenta fue la lucha
Que al pueblo redimió.

¡Oh! Sol brillante y puro
Que alumbras refulgente
Del Istmo la esplendente
Sublime libertad!

Por ti palpita puro
El pecho entusiasmado
¡Oh! Gloria del pasado
¡Oh! pléyade inmortal!

Partitura original de Santos Jorge del Himno Istmeño, 1897


Don Eduardo Charpentier Herrera cita en su obra “LA BANDA REPUBLICANA” que este himno fue cantado por primera vez el 20 de Julio de 1893 en una velada ofrecida en el Colegio de la Fe, que dirigía doña María Cristofini. Anota también el hecho de que esta letra fue publicada por “El Mercurio” en su editorial del 21 de Julio de 1893.

"Regresando el calendario a 1904, hizo aparición una revista llamada El Heraldo del Istmo.  Sólo se editó un par de años.   Era una ventana para los talentos literarios y articulistas de la nueva República.  Allí escribía lo más selecto de la ciudadanía.  Y en tres ejemplares se puede ver la evolución de la poesía que devino en letra del himno".








"En efecto, en el número 1 de enero de 1904 aparece en la página 9 bajo la firma de Jerónimo Ossa un poema que titula “Himno Istmeño”.  Posteriormente, en el número de septiembre de 1904, aparece la misma letra incorporada a una partitura de Santos Jorge, que con ligeras variantes, vuelven a aparecer en el número de 28 de noviembre de 1905.  Jerónimo Ossa así como su hermana María Ossa de Amador nacieron “De la Ossa”, pero por numerosos documentos ológrafos de ellos así como citas en numerosos escritos, y la partida de matrimonio de don Jerónimo, sabemos que ambos emplearon la simplificación de modo usual, por lo que hemos decidido respetar esta particularidad".


Encontramos algunos detalles curiosos y contradictorios, que ya con el paso de tantos años no son fáciles de aclarar, porque según declaraciones del Maestro Santos Jorge, citadas por el historiador don Ernesto J. Castilleros, esta música fue compuesta en el año de 1897 para los mismos versos del citado autor, pero con el título de “HIMNO ISTMEÑO”. Tenemos entonces dos contradicciones de Santos Jorge, en la fecha en que fue compuesto y el título del himno. En cuanto a la primera es posible que su memoria le hubiese fallado en el momento de su declaración y en cuanto al cambio de nombre, no tiene nada de especial el que se lo hubiese cambiado.

 Lo cierto del caso es que este himno se tocó con mucha regularidad en las retretas que efectuaba la Banda y en las veladas escolares, porque la música ya era muy familiar para el público en el año en que ocurre la separación de Colombia.

Pero veamos ahora que sucede entonces al ocurrir el nacimiento de la República de Panamá, el 3 de noviembre de 1903. Como era lógico, la situación del país había cambiado de un día para otro completamente. La nueva nación no tenía himno nacional. Todos los países de América vivieron esta situación en uno u otro año. Así que vino entonces a sentirse la necesidad del himno casi inmediatamente.

Según el protocolo en todos los países del mundo, debe tocarse en la ceremonia de presentación de credenciales de los diplomáticos, los himnos nacionales de ambos países: el de la nación que lo acredita y el del país que es acreditado.

El primer representante extranjero que es acreditado en la República de Panamá fue el Embajador Extraordinario de los Estados Unidos y Ministro Plenipotenciario en misión especial, señor Wiliam I. Buchanan, el 25 de Diciembre de 1903.

En la citada ceremonia se tocó el Himno de los Estados Unidos, pero no se tocó el himno nacional, por cuanto no existía.

Consciente el Maestro Santos Jorge del serio problema que tuvo que afrontar, decide tomar la música del “Himno Istmeño”, y tocarlo como Himno Nacional, hasta que la República hiciera adopción oficial del himno nacional.

Dice también Santos Jorge que “cuando el segundo representante presentó credenciales lo toqué como Himno Panameño”. Esto sucedió el 18 de Julio de 1904 al presentar las credenciales de Costa Rica, el diplomático Licenciado Leonidas Pacheco. El público al oír aquellas notas marciales que ya le eran familiares prorrumpió en nutridos aplausos.

Aquí también encontramos un dato de Santos Jorge que no es correctamente histórico. El segundo representante extranjero en acreditarse en Panamá, fue el Encargado de Negocios del Reino Belga S.E.Pollet, el 12 de abril de 1904.

Así pues es de suponerse que en esta ocasión, tampoco se tocó el himno panameño y que fue en la tercera ceremonia cuando se vino a tocar.

Notablemente impresionado don Santos Jorge con la aceptación popular y con el entusiasmo que el público había manifestado al escuchar las notas del Himno Istmeño como Himno Nacional, le propuso a don Jerónimo de la Ossa, amigo suyo y persona con grandes cualidades como poeta, que compusiera una letra más apropiada, de acuerdo a la nueva situación del país para cambiar la que había escrito don Juan Agustín Torres.

Efectivamente don Jerónimo de la Ossa aceptó la insinuación de don Santos Jorge y escribió los versos que con el título de “Himno Patriótico Istmeño” fueron publicados por primera vez en el “Heraldo del Istmo”, ejemplar No. 20 del mes de noviembre de 1904. Dicha letra en su composición original, tal como aparece publicada dice así :

“Alcanzamos por fin la victoria
En el campo feliz de la unión;
Con CAMBIANTES fulgores de gloria
Se ilumina la nueva nación.

Es preciso cubrir con un velo
Del pasado el calvario y la cruz;
Y que adorne el azul de tu cielo
De concordia la espléndida luz!

El progreso acaricia tus lares
Al compás de PATRIOTA canción
Y TE BESAN LOS PIES LOS DOS MARES
Que dan rumbo a tu noble misión.

En tu suelo SEMBRADO de flores
A los besos del tibio terral,
YA NO PUEDEN VIVIR LOS SEÑORES
Sólo reina el amor fraternal!

Adelante la pica y la pala!
ADELANTE sin más dilación!
SOLO ASÍ FORMAREMOS LA SALA
De este mundo feraz de Colón”

Apreciamos entonces al comparar esta letra con la actual, que hay cuatro cambios de palabras y tres renglones de son totalmente diferentes (los que están en mayúsculas). Estos cambios fueron hechos cuando se adoptó definitivamente el Himno Nacional. Quién le hizo estas modificaciones a la letra original y quien las autorizó es algo que ya no es fácil establecer.

"Vemos que es una composición poética en que los versos tienen casi todos 10 sílabas y alguno 11.  Es de corte clásico en el sentido que el primer verso rima con el tercero y el segundo con el cuarto.  Es una declaración de principios con una introducción y cuatro desarrollos".


"La introducción alude a que lo obtenido el 3 de noviembre de 1903 al atardecer, fue obra de todos (alcanzamos) y que lo que se obtuvo fue un triunfo (victoria) dado que las diferencias se depusieron por una unidad de criterio (en el campo feliz de la unión) y que con ello se obtuvo como resultado el nacimiento de una nueva Nación".

"Las estrofas de desarrollo tienen un programa que tal vez ni su propio autor fue consciente de lo que hacía.  Esas son cosas comunes en los poetas que luego nos asombran con su genio".

"Para los cristianos, la historia de la salvación inaugura una nueva economía salvífica con el sacrificio voluntario de Jesús.  La pasión de Jesús es una sinfonía de dolor aceptado para poder producir un pasaporte que permitiera al hombre llegar a Dios empleando a Jesús como único puente.  La pasión alcanza su clímax en la crucifixión.  En ella se destacan dos elementos.  La cruz que hasta ese momento fue señal de ignominia y castigo, y donde ésta se colocaba, una loma llamada Gólgota o Calavera, que los romanos traducían como Calvarius".

"Entonces, tomando la parte negativa de la Pasión, esto es, el sufrimiento cargado a cuestas por un inocente, un justo, lo traslada a la realidad del justo pueblo panameño, inocente de la insidia y vorágine política de Colombia, y que sin consulta y en su contra, fue obligado a sufrir la tragedia allende del Atrato, siendo colocado en un calvario (en este caso, un sitio prominente pero solitario, sin nada alrededor) donde recibió humillaciones, maltratos, ofensas, disminuciones y agravios como Jesús recibió los clavos para ser fijado en la cruz.  La cruz panameña es y seguirá siendo su destino de tierra de tránsito y plataforma logística inocente.  Y teniéndola como esperanza, desde tiempos coloniales hasta enero de 1964, el pueblo panameño inocente ha sido varias veces clavado a su cruz en la desolación de su indefensión en un nuevo Gólgota".

"Un pintor y un poeta son los únicos que pueden emplear algo que para los no poetas ni artistas significa sólo una cosa, y transformarlo en multiplicidad de derivaciones.  Tal la primera estrofa de su poema".

"Por ello, la construcción requiere primero de una acción: cubrir con el velo del entendimiento y la tolerancia, aquel pasado representado por una cruz injusta en un injusto calvario.  Afirmamos lo anterior porque desde antaño ha habido personas que han calificado esta estrofa de corte anti cristiano, cuando en realidad no lo es".

Es más, de alguna manera Ossa transmutó la ruda metáfora volviéndola casi beatífica cuando afirma que la luz de la concordia será la que ilumine en adelante el cielo luego de dejar atrás aquel pasado doloroso.  Igual que la cruz, que pasó a ser símbolo de redención".

En otro proceso constructivo, Ossa trae lo greco-romano en la segunda estrofa.  Los Lares son los dioses del hogar, usualmente, la memoria de los familiares ya idos.  Entrar a una casa era trasponer los dominios públicos al dominio de los lares hogareños.   De allí que lares se asume poéticamente para evitar tecnicismos nada hermosos como decir límites, linderos o fronteras.  Cuando Ossa dice que el Progreso acaricia, se refiere a los intentos habidos y por haber para perfeccionar la función de tránsito y servicio del Istmo (Ferrocarril, cable telegráfico-telefónico, Canal Interoceánico y la promesa de un nuevo canal).  Agregar “tus lares” indica que es por aquí, dentro de los límites del Istmo, que esa caricia se llevará a cabo.  En ese momento no había Himno, pero Ossa imagina que una patriótica canción presidirá ese progreso, indicando que es del mar de donde vendrá el mismo, pues desde antiguo es el que ha dado norte, dirección, a la misión transitista y logística de Panamá.   Una imagen literaria muy bien lograda".

"Esta es la partitura más antigua conocida del Himno Nacional, y reposaba hasta hace unos años en la colección del Museo de Historia.  Era acompañada por la vara de dirección que los miembros de la Banda Republicana obsequiaron a Santos Jorge, confeccionada con casquillos de bala soldados.  Por la riqueza de “acordes”, puede inferirse que al menos se pueden obtener los registros para 7 instrumentos.  Luego de su préstamo para varias exposiciones, no ha vuelto a ser parte del inventario de activos museos".

"El toque revolucionario de Ossa se manifiesta en la construcción de la tercera estrofa.  Una tierra que se ve llena de flores indica varias cosas.  Por un lado la naturaleza ubérrima del suelo.  Por otro, un suelo llano, una llanura, donde por más ondulaciones que pueda haber, nada puede ocultarse a la vista ni a la brisa que roza desde el cielo a la tierra, entibiándose.  A este viento siempre se aludirá, en Panamá.  Es el viento venido del norte que desciende por las laderas de las cordilleras y toca tierra, entibiándose, hasta alcanzar al Pacífico, a veces acompañado de truenos y lluvias.  Este viento franco, el Terral, no halla obstáculos a su paso".

"La composición “ya no pueden vivir los señores” alude tanto al pasado colonial cuando éramos españoles, como al pasado departamental, cuando fuimos colombianos.  En ambos casos, “señores”, o sea, amos, patrones ajenos, vivían del Istmo succionando su pacífica riqueza.  Y esta composición modifica los dos versos anteriores haciendo un giro en el concepto.  El terral viene a ser entonces la voluntad soberana del pueblo, las flores en el suelo, en donde suelo viene a ser Patria.  Sin señores, la voluntad popular se hace realidad lográndose de un modo sencillo y hasta ingenuo que reine el amor entre hermanos, entre prójimos".

"Si hemos dejado atrás las guerras, si definimos una misión geo-estratégica, si ya nadie nos gobierna excepto un Estado que ejerce el poder por voluntad del pueblo, toca la hora de relucir al trabajo en varias manifestaciones; trabajar sin demora ni interrupciones.  Pero un trabajo milagroso, no el mero hecho de tomar herramientas y ejercer un oficio.  Es una propuesta, es una invitación, es casi un reto al infinito, que tal vez los que vivimos hoy podamos entender más que el propio Ossa.  Un trabajo que rinde frutos milagrosos que nos transforma de año en año ante la admiración internacional.

Tal vez por su estancia en Chile y otros viajes, para Ossa había una Sala hipotética.  Esta sala tenía en común el Nuevo Mundo descubierto por Cristóbal Colón, o sea, América.  Esa sala estaba compuesta por las diversas nacionalidades que habían reclamado y estaban ejerciendo su independencia y soberanía.  Y dentro de esa sala había una sombra donde debería haber figurado desde 1821 el nombre PANAMÁ.   Luego, con la revuelta del 3 de noviembre de 1903, mediante la cual Panamá cesa la soberanía delegada a Colombia, tomándola en sus manos para iniciar vida independiente, era lo que nos hacía falta para formar, o más bien, terminar de dar forma al concierto de naciones americanas".

"Como vemos, las pequeñas modificaciones hicieron ganar poéticamente a la composición. La hacen más ligera aunque más completa".

"Rara y exigua medalla conmemorativa, realizada como pendiente de condecoración con cinta ancha, que se otorgó en 1953 con motivo del Cincuentenario de la Fundación de la República.  Detalle: en el anverso tiene los relieves de la Junta de Gobierno Provisional, y en el reverso, reproduce el medallón de Roberto Lewis que representa el Himno".
ALEGORÍA DEL HIMNO EN FORMA DE MEDALLA DE COLLAR DE ALTOS Y BAJOS RELIEVES, 1953
"Tiene más sentido que los fulgores sean ARDIENTES que cambiantes.  Una sublime canción se entiende más que una patriota canción porque lo sublime viene del cielo y lo patriota de la pasión humana que trae conflictos a futuro.  ¡Es casi delirante la figura “ves rugir” a la sutil “y te besan los pies”.  En el original era una simple afirmación de lo que se puede ver a diario.  Los mares “besan” la tierra istmeña hace millones de años.  Pero  sólo un poeta puede caminar a una roca mientras el mar cambia el nivel de la marea.  Y si lo hace, realmente verá al mar arrojarse sobre la costa y sobre sí mismo rugiendo.  El poeta traslada la acción del mar a su efecto que es rugir.  Eso trae una modificación adicional pues “a tus pies ambos mares” deja de ser una figura estática para convertirse en un torbellino de olas y espuma con estallidos de sonido.  Es una elegía a la “oceanidad” panameña.  Entonces, es una oda casi bucólica de la tierra ideal."


"Por otra parte, cualquier suelo puede estar sembrado de flores.  Pero esto denota una pasividad de la naturaleza frente a una intervención humana: sólo siembra el ser humano.  Modificarlo con otro verbo, CUBIERTO, nos habla del Istmo virgen, que deja ver la potencia de la tierra mediante los frutos representados por las flores, señal de belleza.  Y cambiar un verso entero que indicaba dominio extranjero injusto, fue mejor sustituyéndolo por otro verso que reafirma un compromiso espontáneo y sincero de evitar que cualquiera de las posibles causas de un conflicto se hagan presente.  Por ello “terminaron guerreros fragores”  es una inmejorable imagen que rima con el rugir del mar.  Pero el rugido marino habla del complemento de la misión comercial del Istmo, y los fragores guerreros terminados hablan del fin de una guerra innecesaria.  Desde el momento en que entra en escena la palabra GUERREROS, hablamos de hombres de armas, que cuando ejercen su oficio para bien o para mal, derraman sangre, a veces las de sus propios hermanos".


 
ALEGORÍA DEL HIMNO. ROBERTO LEWIS. PALACIO DE LAS GARZAS, TECHO DEL SALÓN AMARILLO. 193
(Tal vez sin pensarlo, el Maestro Roberto Lewis, creador de los murales de paredes y techo del Palacio de las Garzas, diseñó dos rosetones en el plafón del Salón Amarillo. Uno de ellos presenta a una matrona con gorro frigio (Panamá) que lleva en una mano un hachón (justicia) y en la otra una rama de olivo (paz, triunfo) y sobre su regazo una cinta que un angelón lee: “Alcanzamos por fin la victoria…”  Es la representación artística del Himno.  También existe en forma de medalla tipo condecoración en altos y bajos relieves).

"En lugar de repetir “adelante” como reiteración a la invitación a trabajar, la imagen se redondea de modo perfecto indicando que esa pica y esa pala no están ociosas sino listas para ser tomadas y trabajar con ahínco, sin demora, presto, sin dilación.  Y De la Ossa fue atrevido al permitirse una licencia.  Olvidando que Panamá era parte de una sala internacional, en donde era esperada, nos coloca, como si aquella sala fuera una corona, en la joya de la corona que hacía falta: “y seremos así prez y gala”, o sea, motivo de orgullo, de decoro, de ornamento especial".


"Estas modificaciones poéticas las maduró Ossa en los meses que su himno era conocido.  Y el músico Jorge hizo lo mismo dado que su producción musical no era para cantar una poesía de versos decasílabos sino menores.  Hubo de alargar compases".

Al final, la interpretación del Himno con o sin canto resulta una combinación integral y armoniosa, sobre todo si escuchamos la versión sinfónica.  La música toda implica movimiento y la letra ideales.
Dos ejemplos de la manera tradicional, “clásica”, en que los panameños hemos representado figurativamente el Himno Nacional. Se reproduce la totalidad de la letra y se añade al final sus autores.  Otra manera es que en lugar de la letra, conste la partitura completa para piano y voz.  Lo ideal es que la grafía empleada sea fácil de leer.


En cuanto a la música se refiere, en relación con esta letra, el Maestro Santos Jorge tuvo que alargar los compases de la música original, por tener los nuevos versos de don Jerónimo 5 silabas más en las dos primeras estrofas y 6 silabas más en las dos segundas de cada verso, que las escritas por don Juan A. Torres.

En estas condiciones, ya con la nueva letra, el Himno Patriótico Istmeño se siguió ejecutando en todos  los actos públicos y oficiales. Pero Santos Jorge seguía con la inquietud de que este himno no era un himno oficial. Así que de acuerdo con las autoridades gubernamentales, organizaron un concurso para escoger el que sería el Himno Nacional de Panamá. El concurso consistía en que un día determinado la Banda en su retreta ejecutara los himnos propuestos y el que más fuera aplaudido por el público asistente se consideraría el ganador.

Cinco personas se presentaron al concurso. Ellas fueron: Don Narciso Garay, Director del Conservatorio Nacional de Música; don José Manuel Rodríguez, Director de la Banda de Música del Batallón No. 1; don Lino Boza, ex Director de la Banda de Música del Cuerpo de Bomberos; Máximo Arrates Boza, ex Director de la Banda de Cuerpo de Bomberos y don Santos Jorge, Director de la Banda Republicana.

Jeronimo de la Ossa
Santos Jorge Amátrian

 
Y llegó el mencionado día. La Banda Republicana, bajo la Dirección de Santos Jorge fue ejecutando uno tras otro los himnos presentados. El público atento escuchaba la Banda. Cuando le  turno al “Himno Patriótico Istmeño” hubo una manifestación de alegría y aplausos frenéticos. En esta forma el pueblo panameño escogió su Himno Nacional.

Vale la pena mencionar el hecho de que el himno presentado por don Narciso Garay era también muy hermoso. Pero en realidad, el fallo hacía el “Himno Patriótico Istmeño” era más factible, por cuanto ya su música era conocida con anterioridad.

Ante tales circunstancias la Asamblea Nacional dictó en Diciembre 14 de 1906, la ley 39, sancionada por el Presidente de la República Dr. Manuel Amador Guerrero, que dice textualmente:

Ley 39 de 1906
(del 14 de Diciembre)

La Asamblea Nacional de Panamá

DECRETA:

Artículo 1º. – Adoptase provisionalmente como Himno Nacional el que en la actualidad se ha considerado* como tal en todos los actos oficiales y del cual son autores el Maestro Santos Jorge A., de la música, y de la letra don Jerónimo de la Ossa.

Artículo 2º. – Sendas copias de la música con las respectivas letras firmadas por sus autores y certificadas por el Secretario de Gobierno y Relaciones Exteriores se guardarán en el archivo de dicha Secretaría y en el Museo Nacional.

Artículo 3º. – Autorizase al Poder  Ejecutivo para que, cuando lo estime conveniente, abra un concurso por medio de la Secretaría de Gobierno y Relaciones Exteriores para la presentación de nuevos proyectos de Himno Nacional.

Dada en Panamá a cinco de Diciembre de mil novecientos seis.

                El Presidente,
                                               Samuel Quintero C.

                El secretario auxiliar,
                                               Leopoldo Valdés A.

Poder Ejecutivo Nacional – Panamá 14 de Diciembre de 1906.

Publíquese y ejecútese
M. Amador Guerrero

El Secretario de Gobierno y Relaciones Exteriores
Ricardo Arias

Sin Embargo, deducimos por la lectura del texto anterior, que el Gobierno no quedó muy convencido con el veredicto popular, ya que la adopción oficial del Himno fue provisional y además se ordenó la apertura de nuevo concurso para tal fin. Lo cual nunca se realizó, pues el pueblo panameño siguió cantando con emoción y sentimiento este himno, por el cual don Rodolfo Chiari, Presidente de la República en 1925, firmó la ley 48 en la que se dio carácter oficial definitivo al Himno Nacional de Panamá.

Posteriormente fue derogada toda la legislación nacional al promulgarse la nueva Constitución de 1941, por lo que hubo necesidad de dictar otra ley para adoptar los símbolos de la patria. El Dr. Arnulfo Arias como Presidente de la República, sancionó la ley 23 del 28 de marzo de 1941, en cuyo artículo 3º. Ratificó la letra de don Jerónimo de la Ossa y la música de don Santos Jorge como Himno Nacional.
*error de levantamiento de texto de la Gaceta Oficial.

Veamos ahora la letra del himno como lo conocemos hoy día.

Himno Nacional de la República de Panamá
Autor: Jerónimo Ossa
CORO
Alcanzamos por fin la victoria
En el campo feliz de la unión;
Con ardientes fulgores de gloria
Se ilumina la nueva nación.
Estrofa 1.
Es preciso cubrir con un velo
Del pasado el calvario y la cruz;
Y que adorne el azul de tu cielo
De concordia la espléndida luz.
Estrofa 2.
El progreso acaricia tus lares.
Al compás de sublime canción,
Ves rugir a tus pies ambos mares
Quedan rumbo a tu noble misión.
CORO
Estrofa 3.
En tu suelo cubierto de flores
A los besos del tibio terral,
Terminaron guerreros fragores;
Sólo reina el amor fraternal.
Estrofa 4.
Adelante la pica y la pala,
Al trabajo sin más dilación,
Y seremos así prez y gala
De este mundo feraz de Colón.
CORO

Como vemos, las pequeñas modificaciones hicieron ganar poéticamente a la composición. La hacen más ligera aunque más completa.


Bibliografía: 

  • “Historia de los símbolos de la patria panameña” por don Ernesto J. Castilleros R.
  • “La Banda Republicana” por don Eduardo Charpentier H. Gaceta oficial 18676
  • BERRÍO-LEMM, Vladimir: “Panamá: tierra, gente, legado… centenario. Aproximación a las raíces del hombre panameño”. Ediciones del Istmo, Panamá, 2003. Tomo IV, páginas 593 a 609.
  • Fuente Original:
  •  https://simbolosdepanama.wordpress.com/category/himno-nacional-de-panama/

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