lunes, 19 de junio de 2017

Música y danza en el antiguo Egipto

Música y danza en el antiguo Egipto


La música siempre ha desempeñado un papel importante en la vida de los egipcios. En la antigüedad las familias ricas tenían sus propias compañías de músicos y bailarines, cuya función era hacer más placentero el tiempo de ocio de sus patrones con sus interpretaciones. Los menos ricos podían contratar grupos independientes para ocasiones especiales.


Sólo podemos imaginarnos cómo sonaba esta música, ya que los egipcios de la antigüedad no tenían un sistema de notación, y las melodías se transmitían de generación a generación como en los pequeños poblados en la actualidad. En el Reino Antiguo, la música debió haber sido tranquila, a juzgar por los instrumentos que se usaban y la forma en la que los músicos aparecen representados: sentados en el suelo viéndose unos a otros, y cada instrumentalista acompañando a un cantante diferente.

Estela conocida como “Los músicos de Akhenaton”, muestra a músicos tocando un oud de cuello largo y tres liras horizontales. 

Pertenece al periodo del reino de Amenhotep IV/Akehanaton (1351-1348 a.C.) y se encuentra en el Museo de Luxor.

Durante la dinastía XVIII, cuando Siria se encontraba bajo la influencia de Egipto, los egipcios entraron en contacto con un nuevo estilo de música y los instrumentos con los que se interpretaba. Entonces comenzaron a aparecer representaciones de orquestas de chicas, muchas de las cuales podrían haber sido traídas desde Asia cautivas. Eran muy talentosas y una de sus capacidades era cantar y bailar mientras tocaban.
Chicas tocando harpa, laúd, oboe y lira con una pequeña aprendiz en el centro. Reino de Tutmosis IV. Alrededor del 14oo – 1390 a.C. Tumba de Djeserkaraseneb (Tebas).

Algunas veces se representaba la canción de un músico sobre su imagen en la pared de las tumbas ya que los egipcios devotos creían que esto garantizaba su existencia en la siguiente vida. Sin embargo, la más popular “canción del harpista” expresa una filosofía muy alejada de la doctrina que era la razón de su preservación:

Pasa el día alegre

Sigue tu deseo todo el tiempo que vivas
pon mirra en tu cabeza y vístete con lino fino
pon guirnaldas en el cuerpo de tu amad@
presencia música hasta el día de partir
pasa el día alegre y no te preocupes
porque nadie puede llevarse sus bienes consigo.

y nadie que se ha ido puede volver


Algunos de los instrumentos de percusión que se utilizaban en el Antiguo Egipto son tambores, maracas, castañuelas, campanas y el sistro, el instrumento que se muestra en la mano derecha de la imagen a continuación.


Las palmas también se utilizaban como acompañamiento rítmico. Los principales instrumentos de viento eran las flautas, sencilla como el ney o doble como el mijwiz, mientras que los instrumentos de cuerdas incluían harpas, liras y laúdes.

Los instrumentos solían llevar inscrito el nombre del propietario y estar decorados con representaciones de la diosa Hathor o el dios Bes, otra deidad de la música.

Ser músico (shemayet) de templo para un dios o diosa en particular era un importante cargo que solía ser ocupado por mujeres. Los músicos relacionados con la casa real también eran muy valorados, así como los cantantes talentosos. Más abajo en la escala social se encontraban los músicos que tocaban con propósitos de entretenimiento en celebraciones y festivales acompañados de bailarinas.

De acuerdo con el musicólogo Ángel Román Ramírez, en muchas pinturas y relieves egipcios se aprecia a  músicos practicando de manera simultánea dos notas diferentes, siguiendo al quirónomo, una especie de director que indicaba la altura y las notas que el músico debía tocar  mediante un lenguaje musical basado en signos reproducidos con las manos conocido como quironimia).

El Himno a Atón se considera una obra magistral de la literatura religiosa. Este canto de amor y entusiasmo, el más vibrante que haya legado la literatura del Antiguo Egipto, pudo haber sido compuesto por Ajenatón, hacia 1360 a. C., aunque posiblemente no fuese redactado por el faraón en persona, pues rememora textos de plegarias más antiguas que glorificaban a Osiris o Amón en los mismos términos.

Se encontraron varias versiones parecidas en las sepulturas de los dignatarios de Ajetatón, aunque el documento más completo, el llamado Gran Himno a Atón, procede de la tumba del faraón Ay, donde fue hallado por Urbain Bouriant.


He aquí unas líneas de este himno:

Apareces henchido de belleza
en el horizonte del cielo,
Disco viviente,
que das comienzo a la Vida. 
Al alzarte sobre el horizonte de Levante
llenas los países con tu perfección.
Eres hermoso, grande, brillante, 
alto por sobre tu Universo.
Tus rayos cubren los países 
hasta el confín de lo que creaste.
Porque eres el Sol, 
los has conquistado hasta sus confines
y los sujetas para tu Hijo al que amas.
Por lejos que estés, 
tus rayos tocan la Tierra.
Estás ante nuestros ojos, 
pero Tu camino sigue siéndonos ignoto.
Cuando te ocultas en el horizonte de Poniente
el Universo se sumerge en las tinieblas y 
queda como muerto.
Los hombres duermen en sus moradas
con la cabeza tapada
y ninguno puede ver a su hermano...
El mundo yace en silencio.
Es que Su Creador reposa tras el horizonte.
Pero, al alba,
desde que te alzas en el horizonte
y brillas, Disco del Sol, durante el día,
expulsas a las tinieblas e
irradias tus rayos.
Entonces, 
el Doble País es una fiesta...

Himno a Atón; traducción de Guillermo Fatás.

Fuente: Wikipedia + https://unmundodeluz.wordpress.com/ por Giselle Habibi

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