REDACCIÓN 19 SEPTIEMBRE, 2012
Los niños que estudiaron música, aunque fuera por corto tiempo, de adultos presentan mejores habilidades auditivas, de atención y memoria, revela estudio.¿Cuántas personas estudiaron música de niños y después de algunos meses o años lo dejaron para dar lugar a otras actividades o responsabilidades?
Estos meses o años de estudio no fueron en vano: en ese tiempo ciertas funciones cerebrales se desarrollaron y tendrán impacto en la vida adulta, como en las habilidades auditivas, de atención y memoria.
Investigadores de la Universidad Northwestern estudiaron a 45 adultos en tres grupos: los que nunca tuvieron educación musical, los que habían recibido entre 1 y 5 años, y otros que habían obtenido entre 6 y 11 años (los integrantes de estos últimos dos grupos empezaron su instrucción musical a los 9 años, una edad común).
Se encontró que el entrenamiento musical en la infancia conlleva a un mejor procesamiento neural de los sonidos en la adultez y, por ende, mejora las habilidades de atención y memoria.
Por ejemplo, en un ambiente ruidoso, como un restaurante, donde hay sonido de la cocina, música, platos y otras pláticas, les es más fácil distinguir una frecuencia específica, como la de una conversación.
“Además de todos los beneficios que ya sabemos que la música otorga al cerebro, el estudio sugiere que estas clases, aunque sea por poco tiempo, pueden ayudar para el resto de la vida, a saber escuchar y en el aprendizaje”, dice Nina Kraus, profesora en neurobiología en la Universidad Northwestern. “La forma en que escuchas hoy en día, es dictada por las experiencias relacionadas al sonido que has tenido hasta este punto”.
Otros estudios anteriores han revelado que quienes estudian música o un segundo lenguajes a edad temprana mejoran su percepción auditiva y sus habilidades de comunicación.
“Tu pasado moldea tu presente”, dice Kraus.
Fuente Original: http://www.mamanatural.com.mx/
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