lunes, 19 de junio de 2017

Los peligros de ser músico

Los peligros de ser músico

Muchos músicos sufren de pérdida de audición.


Los músicos de una banda de rock duro pueden sufrir pérdida de audición a causa de las retumbantes baterías o los estridentes amplificadores de guitarra. Pero la pérdida de audición también puede ser causada por el violín o el flautín de una orquesta sinfónica. 



La vida de un músico consiste en ensayar y tocar entre 4-8 horas diarias, el peligro de una alteración de la audición está siempre presente. 

La sordera o las alteraciones de audición también se producen por una exposición prolongada a música demasiado alta, sin embargo, con mayor frecuencia se han relacionado con trabajos en el entorno industrial, aeropuertos, etc. Los efectos dañinos del ruido en estos lugares de trabajo han sido también el tipo de pérdida de audición inducida por el ruido más estudiada. 

Sin embargo, según un artículo en The Hearing Review de febrero 1999, realizado por el otorrinolaringólogo Ken Einhorn, hasta un 52% de los músicos de clásica y un 30% de los músicos de rock y pop sufren pérdida de audición provocada por la música, o lo que es lo mismo, MIHL. 

No es una sorpresa que la música pueda causar daños cuando se trabaja. La presión de sonido en un gran concierto de orquesta puede alcanzar los 112 dB, y en bandas de rock, con el uso de amplificadores, incluso llega a los 130 dB, mucho más de lo aceptado en un entorno industrial. 

Para los músicos que están sometidos a este tipo de ruido, los problemas resultantes pueden ser devastadores. Los síntomas comienzan con la pérdida de la capacidad para oír sonidos y tonos de alta frecuencia. En muchos casos, esto causa problemas a los músicos y cantantes que tienen que escuchar y reproducir las notas altas igual de bien que las bajas para tocar o cantar junto con los otros miembros de la orquesta. A menudo un músico que sufre pérdida de audición de frecuencias altas intentará compensarlo tocando más alto con notas agudas, dando lugar a una representación artísticamente inaceptable. 

Si el problema empeora, el músico podría tener una reacción de hipersensibilidad: sufrir un aumento de la presión sanguínea, migrañas, fatiga o podría percibir que algunos sonidos o instrumentos musicales suenan dolorosamente altos, síntoma que suele derivar en tinnitus. 

Otro síntoma común es la incapacidad de percibir cambios en el tono. Este estado se conoce como displacusia, y resulta muy problemático para los cantantes ya que deben controlar su voz todo el tiempo y no desafinar en ningún momento. Como consecuencia, un cantante con alteración de audición también se arriesga a dañar su voz ya que cantará más alto para poder controlar su propia voz.


No existe cura para la MIHL (pérdida de audición provocada por la música), pero el uso de modernos instrumentos para proteger la audición está adquiriendo una mayor aceptación entre los músicos.

Fuente: http://m.hear-it.org/es/los-peligros-de-ser-musico

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